La escoliosis es un tipo de dolencia bastante común entre la población mundial y se caracteriza por la deformidad de la columna vertebral que tiene lugar en los tres planos del movimiento, llamada por ello de deformidad tridimensional.
La escoliosis produce un desplazamiento lateral de la columna sobre un plano frontal, posteriormente se puede ver que las curvas normales se modifican sobre un plano lateral y por último tiene lugar la rotación de las vértebras sobre un plano horizontal.
Por esta razón, para que se vea configurada la escoliosis deberán existir los factores enunciados ya que de lo contrario se trataría de una “actitud escoliótica”, sin rotación vertebral ni gibosidad, que se caracteriza por una diferencia de longitud en las extremidades inferiores y espasmos de masa muscular.
La escoliosis puede ser con localización:
- Cervical
- Cervico-torácica
- Torácica
- Toraco-lumbar
Existen 3 tipos de escoliosis:
- La neuromuscular causada por problemas que no permiten el control muscular eficientemente, debilidad o parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida y polio.
- La congénita es un problema en la formación de las vértebras o las costillas fusionadas durante el desarrollo prenatal.
- La ideopática no se conocen las causas y aparece en una columna que previamente estaba correctamente derecha.
La escoliosis ideopática en adolescentes es mas común que otros casos y generalmente es por trastornos de postura.
Aproximadamente el ochenta por ciento de las escoliosis son del tipo Idiopáticas. Las estadísticas estiman que de cada 100 mujeres adolescentes 4 de ellas tienen escoliosis y aproximadamente 1 de cada 2500 varones padece de alguno de los tipos mencionados.
Se puede sospechar de una escoliosis cuando se aprecia que el paciente tiene un hombro mas arriba que el otro o la pelvis tiene mayor inclinación hacia un lado que el otro.
Para realizar el diagnóstico se hace una exploración estática y dinámica del paciente, observando si existen asimetrías a nivel pelviano y diferencia de longitud a nivel de los miembros inferiores, observando la posición que la persona toma al estar de pie.
El método Pilates en el caso de la escoliosis ofrece muy buenos resultados, a pesar que no corrige la curva, colabora para que el cuerpo recupere su equilibrio por medio de la corrección de las posturas. Logrando con esto que desaparezcan las molestias y dolores que derivan de esta enfermedad.
Con respecto a las llamadas “actitudes escolioticas” los beneficios son aún mejores ya que son deformidades no estructuradas existiendo en ellas una cierta flexibilidad que ayuda a la corrección del problema.
En cualquiera de los dos casos los ejercicios con los que se trabaja son específicos de tonificación y también de estiramiento de toda la musculatura que rodea la columna, para reequilibrar ambos lados del cuerpo.
Cuando se padece de escoliosis u otra enfermedad similar lo recomendable es que el método Pilates sea hecho de forma individual, ya que así el programa de ejercicios se adapta a la necesidad de cada paciente.
El método Pilates además de ayudar en la alineación del tronco hace que la persona comience a conocer su propio cuerpo, tenga control sobre sus movimientos, aprendiendo también a contraer cada músculo que el instructor le indique, sin comprometer otros músculos que podrían causarle una contractura.
Es necesario que en cada caso se realice la interconsulta y se obtenga autorización del especialista que trata al paciente.