Durante el entrenamiento la temperatura de nuestro cuerpo y de la sangre aumentan, esto produce que se dilaten los vasos sanguíneos próximos a las piel y se activen las glándulas de transpiración. Cuando terminamos nuestro entrenamiento seguimos sudando, el Doctor Gabe Mirkin explica que esto es debido a que nuestro corazón empieza a bajar su ritmo causando que el calor se acumule en tus músculos en lugar de enviarlo a la piel por esa razón la temperatura interna aumenta aún mas.
Y de aquí sacaremos nuestra primera conclusión, es aconsejable comenzar nuestra ducha cuando hayamos acabado de transpirar, esto puede durar alrededor de media hora. Si no respetamos este tiempo es muy posible que sigamos sudando incluso después de terminar nuestra ducha. Durante este espacio de tiempo en el que nuestro cuerpo deja de transpirar es bueno aprovecharlo para realizar estiramientos leves, pues como ya mencionamos en diversos articulo. No se deben hacer estiramientos intensos después de una actividad dura.
Ahora ya sabemos cual es el momento optimo para ducharnos pero ¿cómo debe ser nuestra ducha para que sea lo mas eficiente posible? Creo que sobre esta pregunta todos hemos recibido cantidad de consejos. En primer lugar hablaremos de los beneficios que nos ofrece las distintas temperaturas del agua.
Beneficios de la ducha fría
- Nos ayudan a recuperarnos rápidamente ya que estabilizan el ritmo cardiaco.
- Ayuda a contraer los vasos sanguíneos y por lo tanto reduce la inflamación.
- Tiene efecto tonificante.
- Deja una piel mas suave.
Beneficios de la ducha caliente
- Aumenta el riego sanguíneo.
- Acelera la limpieza y drenaje de la piel.
- Favorece la recuperación localizada.