Entrenar pesado usando toda la energía posible es un objetivo común para cualquier atleta que desarrolla una sesión de ejercicios intensa, porque siempre es deseable hacerlo hasta el límite (o probablemente encima de él) y consecuentemente obtener mejores ganancias musculares o un estado atlético descomunal; pero para lograr esto debemos amplificar los niveles de energía mediante varías vías, incluidas la nutrición y el descanso.
Atención a las comidas de pre-entreno
Debemos alimentar el cuerpo correctamente anetes de la guerra en el gimnasio, por ello cerca de 45 minturos a 1 hora antes, se debe consumir 100 g de carbohidratos y 20/40 g de proteína (media), proveniente de fuentes limpias como la avena, la batata dulce, arroz integral, pavo, salmón y huevos, evitando las comidas grasientas, pues creará una mezcla explosiva que combinada con los carbohidratos genera un hermoso "crash" produciendo sueño durante el entrenamiento, al igual que el consumo excesivo de azúcares y carbohidratos de rápida absorción.
El día anterior también es importante
El descanso o la alimentación del día anterior también repercutirá en el rendimiento durante el entrenamiento, y cuanto mejor es el descanso o la alimentación, mayor será la recuperación, independiente si se entrenó algún músculo auxiliar que también será entrenado indirectamente.
Para que todo suceda, el sistema nervioso central precisa recuperarse diariamente y esto no ocurrirá si solo se piensa en la comida de pre-entreno; los hábitos diarios de sueño y alimentación también tendrán un impacto significativo en el rendimiento durante el entrenamiento, y por esto, mucha gente tiene un pésimo entrenamiento los lunes, después de un fin de semana de excesos y noches mal dormidas.
La dieta debe ser consistente y mantener el régimen de sueño controlado, intentando dormir todo el día al menos 7 horas en el mismo horario.
El uso de estimulantes
El uso de estimulantes en los suplementos de pre-entrenamiento que muchas personas usan también puede modificar el ritmo del entrenamiento, pero debemos tomar ciertos cuidados con usar fuentes de energía artificial; a continuación algunos consejos para aprovechar al máximo los productos sin sufrir efectos indeseados.
Nunca hay que exceder la dosis máxima; porque simplemente creando una resistencia a los estimulantes se puede volver a sentir los efectos, además sería ideal ciclarlos cada 30 días.
Al sentir los efectos positivos en dosis más bajas, no hay motivo para aumentar la dosis porque cuanto mayor es la dosis, más rápido el cuerpo se tornará resistente al producto, por tanto es mejor extraer al máximo usando dosis más bajas.
El exceso de estimulantes puede generar una liberación excesiva del cortisol; es un motivo más para no abusar de ellos, ya que los efectos del exceso de cortisol hace perder masa muscular.
Los estimulantes pueden afectar el ritmo cardíaco y la presión arterial; si se tiene problemas del corazón es mejor no usarlos o probarlos de a poco y siempre con el seguimiento médico correspondiente.
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3 de junio de 2013
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