La utilización de máquinas o halteras para la realización de ejercicios de musculación o para el culturismo es una elección en la que a veces intervienen factores más allá de los puramente técnicos o fisiológicos, relacionados con la psicología, la estética o las modas. Los deportistas veteranos en la utilización de uno u otro sistema tienden a justificar su uso y suelen rechazar el cambio.
Voy a exponer una serie de razones que creo que son objetivas para que, aquellos que no se hayan decantado todavía, tengan más argumentos teóricos. La controversia existe y no voy a solucionarla con este post, pero espero que ofrezca una base más técnica.
En general, el ejericicio libre es más rico en variedades mínimas de movimiento (como rotaciones o pequeñas diferencias en el recorrido de cada repetición) y la máquina es más analítica solicitando en mayor medida la musculatura primaria del movimiento. En el caso concreto de la sentadilla, estas ideas pueden diferenciar el uso del peso libre o de “multipower”.
- La sentadilla en peso libre es más completa en el sentido de solicitar la activación de cadenas musculares, y no sólo de grupos musculares. Esta activación es más natural y genera una potencia corporal más homogénea.
- El “multipower” ofrece un recorrido fijo para el movimiento que limita la variedad del mismo pero, por otro lado, ofrece una contención ante desequilibrios y pérdida repentina del control de la barra (por mareo, lesión o fatiga) que ofrece mayores garantías de seguridad.
- La sentadilla en peso libre, al ofrecer más libertad de movimientos, también requiere de una mejor técnica. En cambio, ofrece un mayor control visual de la contribución equilibrada de los dos hemicuerpos (porque la barra no sube de forma horizontal).
- El “multipower” en el ámbito puramente práctico, facilita la actividad sin tener la ayuda contínua de otros compañeros.
En mi opinión, es mejor realizar los ejercicios de forma libre en general, pero no pasa nada si se alterna con la utilización de aparatos. Detrás de los aparatos hay un interés comercial, tanto por los vendedores como por los gimnasios, ya que “industrializa” la musculación (da más servicio a más gente en menos espacio y menos tiempo). Pero no hay que ser obsesivos: en la diversidad está el equilibrio.
Como anécdota os diré que cuando entrenaba en Judo hacíamos la sentadilla por parejas, primero te echabas sobre los hombros al compañero y luego al revés. De todo hay.
Via: vitonica