El entrenamiento más allá del fallo requiere crear un esfuerzo extremo en un músculo ya fatigado.
Una típica serie de trabajo es prolongada y extenuante,
pero aquí, cuando el músculo falla, la serie está justo empezando. Aquí
van unos consejos para ayudarle a conseguir las recompensas de la
hiperintensidad.
Recuerda: estrategia, seguridad y recuperación.
Estrategia
Las repeticiones forzadas y las repeticiones
negativas utilizando la octava repetición máxima son las técnicas de
mayores exigencias. Ir más allá del fallo con el peso máximo posible es
el mayor estímulo para ganar masa muscular y fuerza.
No
obstante, estas técnicas extremas exigen un alto nivel de precaución,
por lo que debes de tener la ayuda de un compañero de entrenamiento.
Llevar
el peso máximo más allá del fallo, con repeticiones forzadas y
repeticiones negativas, debe utilizarse de forma moderada. Mientras se
realizan estas maniobras, existe una delgada línea entre el estímulo
muscular, el sobreentrenamiento y la lesión.
Seguridad
Es menos peligroso ir más allá del fallo si se utilizan máquinas o mancuernas.
También
es más seguro realizar series descendentes antes de llevar a cabo
repeticiones forzadas o repeticiones negativas. Manipular las
repeticiones es menos lesivo después de haber alcanzado al fallo en una
serie descendente ya que el peso se ha disminuido en un 30-40%.
A medida que aumenta la intensidad, aumenta también el riesgo de lesión.
El popular lema de los culturistas “sin dolor, no hay ganancias” es una gran verdad, pero no es un dolor muscular,
es una especie de quemazón sentida en las profundidades de los músculos
como resultado de la fatiga muscular y de la producción de ácido
láctico dentro de los tejidos.
El dolor que no se busca es en el
que se sienten unas punzadas en un tendón o en una articulación, justo
antes de que se rompa bajo una tracción excesiva.
Debes aprender a
reconocer la diferencia entre ambas sensaciones dolorosas. Un dolor
punzante es una señal de peligro de una lesión incapacitante. ¡Para
inmediatamente el ejercicio! O correrás el riesgo de dañar a una
articulación o a los tendones.
Recuperación
La práctica de la hiperintensidad no es la de un
típico día en el gimnasio, sino el máximo desafío, una “aniquilación”
del músculo, por lo que esta agresión causada por el ejercicio requiere
siete días para repararse.
Si quieres progresar con estas
técnicas, debes permitir un adecuado descanso para que el grupo muscular
“torturado” se reponga entre dos sesiones de entrenamiento.
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1 de marzo de 2013
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