Si bien en la piel pueden existir impurezas y restos químicos derivados de la producción, con un profundo lavado y en algunos casos cepillado, podemos consumirla con seguridad. Para aprovechar la piel de las frutas y verduras y así, obtener más nutrientes para la dieta, te dejamos los siguientes consejos:
- Lavar y cepillar muy bien cada pieza y su piel antes de consumirla
- Picar la fruta o verdura con piel para elaborar ensaladas y facilitar el consumo de la piel, generalmente más gruesa.
- Consumir frutas y verduras asadas o grilladas con piel, porque durante la cocción la piel protege a la pulpa del escape de nutrientes y además, la piel se ablanda facilitando su ingesta.
- Elaborar dulces y compotas con frutas y/o verduras con piel, por ejemplo, incorporar la cáscara de la naranja a un dulce o compota, o utilizar nectarinas, tomates, zanahorias para compotas sin retirar su piel
- Incorporar la piel de frutas y verduras a batidos o licuados.
- Hervir patatas, calabaza y zanahorias con piel y consumirlas de igual manera previa limpieza de cada pieza.
Aprovechar la piel de frutas y verduras nos permite lograr una dieta más nutritiva, no sólo porque allí hay buenos nutrientes, sino también, porque la piel permite conservar los nutrientes de la pulpa.