Seamos realistas, no todo el mundo tiene la posibilidad de poder ir horas y horas a un gimnasio. Razones pueden ser varias: por falta de tiempo, por horarios de trabajo infumables, problemas económicos o simplemente vergüenza.
Los gimnasios realmente son el sitio ideal para practicar el culturismo, ya que están dotados de los aparatos y herramientas adecuadas para hacer crecer nuestro cuerpo, pero hay que admitir que cada vez hay más personas que deciden ir por libre en sus casas. Esto no tiene que ser más o menos malo, simplemente diferente, y en este punto también pueden tener ventajas significativas el poder entrenar en la comodidad y privacidad de tu hogar.
La primera y quizá básica es el ahorro de tiempo. El no tener que desplazarte a otro sitio es algo impagable, sobre todo para aquellos que llegan tarde de trabajar, o simplemente tienen horarios partidos. Tampoco se pierde tiempo charlando en el gimnasio, ni con amigos o compañeros, estás a lo que estás y el trabajo es más continuado e intenso, no hay distracciones de ningún tipo.
Otro gran tip seria la privacidad, que soluciona muchas veces el problema de todos aquellos jóvenes que simplemente tienen vergüenza o respeto a un gimnasio lleno de grandes y fuertes bíceps, prefieren ver sus musculitos en privacidad. Incluso aquí, puede ser más saludable, en el sentido que al no vernos presionado por la gente, nuestra autoestima no sufre y podemos poner el peso que queramos en nuestros ejercicios, previniendo el sobrepeso y las lesiones.
El ahorro también es claro, si bien deberemos comprar algunas cosas para poder entrenar (como una mancuernas) el precio de los gimnasios de ha disparado, y esto es siempre mucho menos que las cuotas de los gimnasios.
Por último, pero no menos importante, estaría la disponibilidad. El gimnasio no está 24 horas abierto, mientras que tú casa si, además, puedes hacer un control más concreto de todo lo que tomas, como los complementos y demás. Esta es sin duda otra gran ventaja, disponer de tu entrenamiento cuando tú quieras.