Eres un amigo del congelado por que lo de comprar pescado fresco te da cosa por el no saber elegir. Y es que pasarse por la pescadería y salir con un buen producto bajo el brazo no es tan sencillo como parece. Así que en Men?s Health acudimos a tu rescate. Los objetivos: que no te la metan doblada cuando vayas al mercado. Y que tú, como los panes y los peces, te quedes tan fresco después del milagro.
Merluza
"Debe ser grande, con la piel brillante y tensa, los ojos bien abiertos y brillantes y las agallas de color rojo", describe Yolanda Blanco, de la pescadería Yolanda de A Coruña. Haz lo mismo que haces con tu vecina despampanante: fíjate en su cuerpo. Debe estar firme y elástico, jamás blando. "Si la quieres cortada, que te la separen en filetes allí mismo: la que se vende cortada ha perdido buena parte de sus nutrientes".
Temporada: De abril a julio.
Beneficios: Bajo contenido graso y escaso aporte calórico. Es decir, que la merluza es un pescado ideal para combatir el sobrepeso.
Salmón
Cuando vayas a la pescadería a buscar al pobre salmón que sacrificarás en la cena quédate con uno que tenga brillo y textura dura. "Si está cortado, cuanto más rosado sea, mejor", recomienda Blanco. "Y las rodajas, a poder ser, grandes: tienen más grasa". Que la pieza entera pese de 5 a 7 kilos.
Temporada: Todo el año.
Beneficios: Al ser un pescado graso, es rico en Omega-3 y ácidos grasos esenciales. También es una gran fuente de proteínas, vitaminas del grupo B, fósforo y selenio.
Bonito
Volvemos a contarte lo mismo que en el caso del salmón. "El bonito que vayas a comprar debería estar cortado en piezas grandes, mucho mejor de 10 kilos que de cinco", revela Blanco. El corte, cuanto más claro, mejor. La textura, tan dura como tu actitud a la hora de negarte a pagar más de la cuenta. "Y que no se despedace cuando te lo estén cortando en la pescadería".
Temporada: De julio a octubre.
Beneficios: Es rico en ácidos grasos Omega-3 que, como no nos cansamos de decirte, contribuye, entre otras cosas, a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre.
Lenguado
Vale. Estás delante del mostrador de cualquier pescadería. Quieres un buen lenguado pero no sabes por dónde tirar. Fácil. "Lo ideal es que el lenguado sea oscuro por encima y blanco, completamente liso, por debajo", aclara la experta. Decántate por este tipo, de mayor calidad que los lenguados moteados, con una especie de lunares en su parte superior.
Temporada: Marzo y abril.
Beneficios: Muy rico en yodo, mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides (que regula numerosas funciones metabólicas).
Sardina
Cuanto más plateadas, mejor. De nuevo, fíjate en que brille y su textura sea firme. "Quédate con las que tienen una ligera tonalidad de color oro por encima", recomienda la experta.
Temporada De mayo a septiembre.
Beneficios Contiene vitaminas del grupo B como la B12, B1 o Niacina, que contribuyen en numerosos procesos como la formación de glóbulos rojos o, y mucho ojo con esto, la producción de hormonas sexuales. ¡Ñam!
Mejillones
"Asegúrate de que su olor sea fresco y sin rastros de amoníaco", declara Blanco. Y es que a los mejillones hay que darles un toque. "Para saber si están frescos, golpea su concha. En caso de que permanezca abierto, sospecha". Si los cocinas, mantenlos 48 horas en la nevera en un recipiente herméticamente cerrado para evitar que se sequen.
Temporada: Todo el año.
Beneficios: Muy bajo contenido en grasas y calorías: una media de 67 calorías por cada 100 gramos. Aporta además cantidades considerables de yodo y de hierro, concretamente contiene 4,5 gramos por cada 100, más que muchas carnes consideradas ricas en este mineral.
Berberechos
Es de narices. Para identificar un berberecho en buen estado, tienes que hundir en ellos tu apéndice nasal. "Coge la bolsa y huélela", aconseja Blanco. "Cuanto menos aroma tenga, mejor. Si el olor a berberecho es muy acusado, pon en duda su frescura". Y recuerda: antes de cocinarlos, déjalos a remojo para que suelten la arena.
Temporada: De octubre a abril.
Beneficios: Los berberechos se caracterizan por presentar un bajo contenido en grasa y escaso aporte calórico. Por cierto, si se compara con otros mariscos, la cantidad de colesterol que presentan es baja.
Langosta
"Escoge sólo las vivas", recomienda Blanco. No es mero sadismo. "Si ya están muertas, la carne se ablanda". Fíjate también en su cola: debe doblarse bajo el cuerpo y no colgar.
"Las pinzas, ambas, deben estar activas; y el caparazón, firme".
Temporada: De mayo a septiembre.
Beneficios: Te brinda entre el 10 y 20% de los requerimientos diarios de potasio, selenio, zinc, fósforo, cobre y vitamina B12. Al igual que muchos otros productos marinos, es una excelente fuente de ácidos grasos Omega-3.
Almejas
Quédate con las almejas gallegas, más caras pero de mayor calidad. "Son muy fáciles de identificar: su concha es de color gris claro mientras que la francesa es más oscura y la mediterránea más pequeña". Y que te saquen la lengua: ese apéndice que sobresale de la concha es sinónimo de frescura.
Temporada: Abril, junio, julio, agosto, septiembre y diciembre.
Beneficios: Es uno de los alimentos más ricos en vitamina B-12, conocida también como cobalamina, esencial para la síntesis de la hemoglobina y la elaboración de células, además facilitar el buen estado del sistema nervioso.
Gambas
Busca las que son de color gris brillante y son flexibles. "Los ojos tienen que ser negros y no mates". Más características anatómicas: el cuerpo no debe estar curvado. "La cocción ya se ocupa de curvar el cuerpo de la gamba", revela nuestra experta. Y atención al olor: que no te llegue ni el más mínimo aroma a amoniaco.
Temporada: De octubre a diciembre.
Beneficios: Poseen un alto valor nutritivo: aportan una cantidad considerable de proteínas de calidad y su contenido graso es bajo, aunque el de colesterol y purinas son relativamente altos. Por otro lado, su cáscara te puede ayudar a perder peso gracias a la presencia del chitosán, sustancia que inhibe la absorción de grasas.