Para rendir al máximo, no basta con tomar las proteínas e hidratos de carbono en la cantidad adecuada a lo largo del día, también es importante fijarte en qué momento comes cada cosa. Si combinas de un modo adecuado tu consumo de hidratos y proteínas de cara al ejercicio podrás reducir la oxidación de aminoácidos y la formación de amoniaco en tus entrenamientos (por lo que estarás protegiendo tus músculos y disminuyendo la generación de toxinas) al tiempo que te mantienes lleno de energía y proporcionas a tu cuerpo el material necesario para recuperarse adecuadamente.
Los días que tienes un entrenamiento prolongado una competición este puede ser tu menú:
Hasta 3 horas antes del entrenamiento: pasta con aceite de oliva y tomate (hidratos de carbono complejos)
Una hora antes: un yogur con muesli y fruta (hidratos de carbono con un toque de proteínas)
Justo antes: un poco de batido de plátano con miel (hidratos de carbono simples)
Durante el ejercicio: gel energético, plátano, pasas (hidratos de carbono simples y medianamente complejos)
Si el ejercicio es muy prolongado: bebida energética y BCCAs en polvo hidratos de carbono medios y aminoácidos de cadena ramificada
Después del ejercicio: batido de frutas con leche desnatada (hidratos de carbono con proteínas.
Via: sportlife
Los días que tienes un entrenamiento prolongado una competición este puede ser tu menú:
Hasta 3 horas antes del entrenamiento: pasta con aceite de oliva y tomate (hidratos de carbono complejos)
Una hora antes: un yogur con muesli y fruta (hidratos de carbono con un toque de proteínas)
Justo antes: un poco de batido de plátano con miel (hidratos de carbono simples)
Durante el ejercicio: gel energético, plátano, pasas (hidratos de carbono simples y medianamente complejos)
Si el ejercicio es muy prolongado: bebida energética y BCCAs en polvo hidratos de carbono medios y aminoácidos de cadena ramificada
Después del ejercicio: batido de frutas con leche desnatada (hidratos de carbono con proteínas.
Via: sportlife