Aprende a definir

ENTRENA AERÓBICAMENTE
Es esencial para quemar grasa. Puedes tener una musculatura increíble, pero si entre los músculos y la piel hay tejido graso, no se te va a apreciar. Haz 30 minutos, como mínimo, de bici estática, cinta elíptica o cualquier máquina cardio a una resistencia no muy alta (al 60-80% de tu frecuencia cardiaca máxima), de modo que puedas aguantar 45 minutos en una misma máquina.

REDISEÑA TU DIETA
Comer bien es el 70% del trabajo de un gimnasio. Si entrenas y sigues comiendo como un cerdo, serás simplemente un cerdo entrenado. Pídele a un nutricionista que te prepare una dieta hipocalórica. Y recuerda: si no tienes la energía necesaria, el riesgo de lesionarte es muy alto.

ENTRENA TUS PUNTOS DÉBILES
Incide sobre aquellos segmentos corporales que sean más débiles. Realiza un trabajo específico para hipertrofiar esos músculos y que alcancen el mismo tamaño y capacidades que los que tienes más desarrollados.

MANTÉN UNA BUENA POSTURA
Cuidar la postura es básico para ejecutar correctamente los ejercicios y para tener mayor calidad de vida. Una buena forma de adquirir conciencia de la postura es mantener el tronco erguido al sentarse, evitando inclinarte 30 grados hacia delante como es habitual.

FIDELÍZATE
Cumplir tu objetivo te va a requerir constancia y esfuerzo. Tienes que ser consciente de que te va a representar un sacrificio en tiempo y en dinero (del que, eso sí, nunca te vas a arrepentir). Tómatelo en serio, por tu propio bien, porque no hay otro camino. Y no lo olvides: si quieres, puedes.

VARÍA TU ENTRENAMIENTO
Además de entrenar en series, incorpora nuevos métodos como superseries o circuitos. El objetivo es que aprendas día a día nuevas cosas sobre tu propio entrenamiento y que no caigas en la rutina.

CALIENTA Y ESTIRA
Divide tus sesiones en tres partes: calentamiento (aquí la regla es a mayor grasa, más minutos), parte principal (en la que desarrollarás tus objetivos, en este caso definir) y vuelta a la calma (estiramientos). El calentamiento es básico para aumentar la temperatura corporal y movilizar los grupos musculares que utilizarás después. Y lo mismo puede decirse del "descalentamiento": aunque muchos hombres prescinden de él por considerar que tienen cosas mejores que hacer (reunirse con la parienta, irse de copas, regresar al despacho), estirar es fundamental para evitar lesiones y minimizar las agujetas.

DIVIÉRTETE
Tienes que ser consciente de que entrenas en tu tiempo de ocio. Por lo tanto, plantéate retos lúdicos que te lleven a la constancia. Si te lo pasas bien entrenando, vas a continuar haciéndolo. En cambio, si lo percibes como un machaque, tarde o temprano querrás escaquearte. Por eso, a veces va muy bien intercalar actividades como escalada, natación o boxeo para romper con la rutina.

Via: www.reebokclub.com