Existe un modo de reprogramar esa faja abdominal. Es la llamada Gimnasia Abdominal Hipopresiva, que consiste en una serie de ejercicios basados en la respiración y en estudiadas posiciones, a través de las cuales se provoca la contracción refleja de la faja abdominal. Al entrenar de este modo, se aumenta el tono del suelo pélvico y de la faja abdominal en un 58%. También se incrementa la fuerza del suelo pélvico en un 20%. ¡Y se reduce el perímetro de la cintura un 8 % de media! Además, no provocan agujetas.
No acaban aun ahí los beneficios: mejoran la postura, protegen eficazmente la columna, mejoran la vascularización del periné y miembros inferiores, aumentan las sensaciones y funciones sexuales, mejoran el rendimiento, previenen lesiones…
Estos ejercicios no son sencillos, no vale con “meter tripa” y, de hecho eso es lo que no hay que hacer, ya que lo que se consigue con este sistema de entrenamiento es provocar un reflejo por el cual la tripa “se mete sola”, actuando así sobre las fibras tónicas o involuntarias de la faja abdominal en vez de sobre las fásicas o voluntarias. No es fácil ejecutar correctamente estos ejercicios, pero con la ayuda de un profesional cualificado, en una sola sesión se puede aprender a hacer los ejercicios que deberán practicarse durante dos meses, con unos ritmos de ejecución y descanso determinados, para recuperar este reflejo y volver a tener una faja abdominal competente.
Para que puedas experimentar en tu propia faja abdominal esto de lo que te estoy hablando, te sugiero que hagas un nuevo experimento:
Colócate en cuadrupedia, como en la foto, con los tobillos flexionados y las rodillas a no menos de 90º de flexión. Las manos se apoyan debajo de los hombros con las puntas de los dedos mirando hacia dentro.
Flexiona los codos de modo que la cabeza quede más cerca del suelo que la cadera. Haz fuerza empujando el suelo con las manos y tirando de los codos hacia los lados, como si quisieses tocar con ellos las paredes que tienes a cada lado. Ahora desplaza tu peso hacia delante, de modo que los hombros adelanten a las manos. Mete la barbilla hacia dentro, como si te mirases el ombligo, haciendo fuerza con ella contra el pecho.
Mantente en esta posición y dime si no notas que tu faja abdominal se ha contraído y que tu suelo pélvico, debido a esta contracción refleja que has provocado, ha subido. ¡Enhorabuena! Acabas de hacer un ejercicio hipopresivo y activado con él tu faja abdominal.
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28 de enero de 2012
Ejercicios: Prueba los abdominales hipopresivos
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