Estrictamente hablando, no hacen faltas largas horas en las máquinas de ejercicio aeróbico para quemar grasas si controlas tu dieta lo suficiente. En definitiva, perder peso es el resultado de quemar más calorías de las que se consumen, y si estás haciendo entrenamiento de la fuerza (altamente recomendado para este plan) no hacen falta demasiadas sesiones de cardio para perder grasa. Aún así, el cardio es una buena forma de estimular al cuerpo y al metabolismo para evitar estancamientos en el entrenamiento.
Haciendo sesiones moderadas de cardio resultará mucho más fácil superar las temidas mesetas en el proceso de bajar de peso, y todo esto sin alterar demasiado la dieta. Se realizarán sólo dos sesiones de cardio semanales de 30 ó 40 minutos cada una, tratando de no quedar exhaustos ni tratar de esforzarse más allá de lo necesario.
Hay que tener presente que el cuerpo definitivamente no es una máquina que podamos programar, y si se intenta empujar más allá de sus límites, los resultados podrán ser opuestos a lo esperado, sobre todo en materia de pérdida de peso, ya que el cuerpo puede terminar por disminuir el metabolismo.