Las lesiones son el fantasma más temido por los Deportistas. Hoy veremos como se clasifican y cuáles son las consecuencias que pueden generar.
Existen dos tipos de lesiones: las crónicas y las agudas.
Lesiones crónicas: Son las que se producen por el uso y abuso de una articulación o un músculo. Este tipo de lesiones son asociadas principalmente a deportistas que no varían sus sistemas de entrenamiento y realizar los mismos ejercicios durante años.
La última consecuencia de una lesión crónica puede ser el abandono definitivo de los entrenamientos. En algunas ocasiones, la aparición de lesiones crónicas son consecuencia de alguna alteración del aparato locomotor previa a la práctica deportiva. Por ello, los controles médicos periódicos son la fórmula de prevención más importante.
Lesiones agudas: Se trata de lesiones repentinas y generalmente de gravedad, como por ejemplo la rotura de un hueso o un desgarro muscular, y su reconocimiento temprano permite dirigir un tratamiento médico que la mayor parte de las veces será totalmente curativo.